viernes, 7 de noviembre de 2014

Valores Cívico Escolares. Platero y Yo

Fecha de emisión: 0 7/11/2014
Tirada:250.000


Promover y resaltar la importancia que los Valores Cívicos Escolares deben de tener entre los niños y jóvenes es el principal mensaje lanzado en esta serie, que se emite por segundo año consecutivo. Así, a valores como el compañerismo, el respeto, el fomento del deporte y de la seguridad vial, a los que se dedicó la emisión anterior, se une ahora la Lectura. 
La hoja bloque se ilustra con un retrato del escrito Juan Ramón Jiménez, realizado por Joaquín Sorolla, en 1916, perteneciente a la Hispanic Society, de New York. En el sello aparece el burrito protagonista del libro Platero y yo, en el que destaca el color de la flor barnizada en foil.
De familia culta y acomodada, Juan Ramón Jiménez (Moguer, Huelva, 1881 – San Juan de Puerto Rico, 1958) comienza estudios de derecho, que muy pronto abandona para dedicarse a la literatura. En 1900 se traslada a Madrid y entra en contacto con los poetas modernistas, sintiendo gran admiración por Rubén Darío. De carácter solitario e intimista, publica sus primeras obras marcadas por el romanticismo. Tras pasar por distintos lugares y recuperarse de una crisis depresiva, en 1911 regresa de nuevo a Madrid y se siente atraído por el ambiente intelectual de la Residencia de Estudiantes. Son años de intensa actividad creadora y de depuración de estilo literario, con títulos como: Elejías, Pastorales y Estío.
El año 1916 viaja a Estados Unidos y se casa con Zenobia Campubrí, su compañera incondicional, produciéndose un cambio decisivo en la vida y obra del escritor. El libro de poemas Diario de un poeta recién casado (1917), al que cambió el título por Diario de poeta y mar, marca las dos etapas en que se suele dividir su obra: la poesía sensitiva, de su primera época; y la intelectual, a partir de 1916, a veces de difícil comprensión. Años más tarde publicó sus Cuadernos, con poemas, cartas y recuerdos literarios. Desde la guerra civil hasta su muerte, el poeta residió en Cuba, EEUU y Puerto Rico. En 1956 le concedieron el Premio Nóbel de Literatura.

Platero y yo se publicó como lectura infantil, en 1914, con el título Elegía Andaluza y en edición completa, en 1917. Escrito en prosa lírica, con un estilo rico y abundantes figuras retóricas, recrea la relación de amistad entre el burrito Platero y su dueño, el narrador, estando presentes las vivencias de ambos, las anécdotas y la naturaleza de Moguer y su entorno a lo largo del texto.
Correos

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