miércoles, 4 de febrero de 2015

CURIOSIDADES DEL CORREO ESPAÑOL.


Desde un principio las cartas que eran depositadas en los buzones de correos con destino la misma población (correo interior), y en el caso de que se tratase de "pequeñas poblaciones" (no sabemos a lo que deberían llamar pequeñas), estas debían destruirse echándolas al fuego y sin abrir, tal como confirma una Ordenanza de Correos de 1794 (ver figura 1), pues se suponía que su contenido podía tratarse de "anónimos" o "chismes perjudiciales" para la población, ya que las distancias que deberían recorrer las misivas era muy corta.
No fue hasta 1862 en que se revocó esta Ordenanza por medio de una Circular de la Dirección General de Correos (ver figura 2). 


(Imágenes capturadas de Agora de filatelia)

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